lunes, 21 de diciembre de 2009

El complejo de la Violencia Familiar. (Fragmento - Coautoría: R. Enriquez, M Seminario)

En las últimas tres décadas, Latinoamérica ha considerado a la Violencia Familiar como un problema que se estructura históricamente en la mayoría de naciones como Chile, Argentina, Bolivia, Colombia, Perú, etc., estableciéndose en muchos casos, como parte de la cultura de dichas sociedades. Se ha determinado una influencia recíproca entre diversos factores en el origen, la expansión y permanencia de dicha problemática, tales como las Políticas de Estado, Creencias y Mitos propios de cada región, la Religión, Estructura Socio – Económica, cuestiones de Género y Poder, etc. Distintos autores han tratado de definir a la Violencia Familiar, y existe un mutuo acuerdo en que ésta es una problemática universal que afecta fundamentalmente la convivencia y el desarrollo social, emocional, físico e intelectual de cada miembro de familia, sea éste partícipe directo – indirecto, pasivo – activo. Existe un consenso mayoritario sobre la concepción que se tiene de la Violencia Familiar en los ámbitos académico – prácticos, como el acto u omisión único o repetitivo, cometido por un miembro de la familia, en relación de poder, en función del sexo, la edad, o la condición física, en contra de otros integrantes de la familia, sin importar el espacio físico donde ocurra el maltrato físico, psicológico, sexual o de abandono.
Como es de suponerse, en el Perú la violencia familiar no se reparte de igual manera entre los diferentes estratos socioeconómicos. A medida que aumenta la marginalidad y la pobreza, los índices de maltrato en el hogar aumentan de manera considerable. A su vez, las estadísticas señalan que en las zonas que fueron más golpeadas por la violencia política en las dos últimas décadas del siglo pasado, se registran más casos de agresiones domésticas. En Ayacucho, en los años de pacificación (1993-1997) se registró un índice por encima de la media. Según datos de algunas ONGs que trabajan con víctimas violentadas políticamente se observa que la violencia familiar se incrementa con el consumo de alcohol y la re-vivencia constante de experiencias traumáticas. El departamento del Cusco no es ajeno a esta realidad. Se tienen registradas experiencias colectivas y casos aislados similares de pobladores que fueron víctimas de la ola de Violencia Política entre las décadas de 1980 y 1990, en la Provincia de la Convención, en zonas que limitan con la selva del Departamento de Ayacucho.
Muchos desplazados de comunidades campesinas del Departamento de Puno, Departamento de Madre de Dios, Departamento de Ayacucho que sufrieron Violencia Política, vieron a la Provincia del Cusco como un lugar neutral de acogida y protección para rehacer sus vidas, en compañía de sus familiares. Dichos procesos de desplazamiento complejizaron aún más la problemática de la Violencia Familiar en el Departamento del Cusco. Puesto que existió una mezcla de experiencias de violencia extrema altamente traumáticas y cosmovisiones diferentes en constante convivencia, hubo incremento y transformaciones en las formas de Violencia Familiar.
Lo mencionado acerca de la Violencia Política, nos lleva a pensar, de que ésta viene a ser un factor que influye considerablemente sobre la Violencia Familiar en el Departamento de Cusco. Es necesario tomar en cuenta de que los procesos de migración e inmigración de individuos nacidos en el Perú y extranjeros, que tienen como destino turístico y/o lugar de vivienda el Departamento de Cusco y sus provincias, hace que la Violencia Familiar deba ser abordada desde estrategias que puedan comprender a la misma, en lo referente a diversidad cultural, procesos de socialización, procesos de globalización, fenómenos de discriminación, fenómenos de dominación – sumisión, etc., incorporando el análisis sobre la influencia de los medios de comunicación, la Educación y las creencias acerca de la convivencia entre semejantes, conformación de la pareja, de la familia, etc.
En este panorama internacional, nacional y regional de Violencia, el Centro de Salud de Pisac es una entidad que convive a diario con personas que buscan ayuda especializada en el libre ejercicio del derecho al bienestar y a la integridad humana. Cada persona acude al Centro de Salud, buscando información, cuidado y protección para su Bienestar Físico y Mental. En el ejercicio del deber de todo el Personal de Salud, son detectados casos de Violencia Familiar con una problemática cruda, brutal, pero real, a la que ya no es posible seguir ocultándola y ante la cual no es posible ser indiferentes conociendo sus desastrosas consecuencias para el desarrollo de las personas y la sociedad en general.
La Violencia Familiar en el Distrito de Pisac es practicada en las modalidades siguientes: Violencia Física, Violencia Psicológica – emocional, Violencia Espiritual, Violencia Sexual.
Generalmente se observa que la violencia familiar es dirigida contra diversos grupos etáreos: niños, adolescentes, adultos, adultos mayores de sexo femenino y masculino. La violencia es ejecutada contra grupos de alto riesgo como mujeres gestantes en los diferentes períodos del embarazo, produciendo gran daño en la madre y en el desarrollo del feto, que tendrá consecuencias negativas a nivel físico y mental en ambos (peso inadecuado al nacer, predisposición a tener enfermedades respiratorias y gastrointestinales con frecuencia, predisposición para problemas en el aprendizaje, trastornos afectivos, desórdenes psiquiátricos, etc.).

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